Barrick Gold, de Luperón a Danilo
El presidente Medina le ha devuelto la esperanza al pueblo
Con mucha alegría el pueblo dominicano recuerda aquel glorioso 16 de agosto
de 1863 cuando hombres con valor y coraje propios de los semidioses de la
mitología griega, encabezados por Gregorio Luperón pusieron fin al período de
genuflexión ante el imperio español, restituyendo así la dignidad a un pueblo
cuyo único pecado consistía en pretender construir su propio futuro y erigirse
como república independiente entre el concierto de naciones del mundo.
El presidente Danilo Medina, cual Luperón de la posmodernidad, le ha devuelto la esperanza al pueblo dominicano, rescatando el oro de la nación y poniéndolo al servicio del soberano, para que “el país resuelva sus principales problemas” como dijera en su momento el profesor Juan Bosch.
El acuerdo arribado con Barrick Gold fue el resultado de una jornada de negociaciones tan intensas que, en ocasiones se mostraban interminables. Sin embargo, pactar que el 51.3 por ciento de las ganancias dejadas por la mina de Pueblo Viejo ahora será para los dominicanos, es superar hasta las bondades que el antiguo contrato con Placer Dome estipulaba para el país.
Partiendo del porcentaje anteriormente señalado, los dominicanos recibiríamos 11 mil 600 millones de dólares durante la vida del proyecto, esto es, asumiendo que en nuestra mina de Pueblo Viejo en Cotuí solo hay 25.3 millones de onzas de oro, pues de confirmarse lo que algunos expertos indican sobre la existencia de un volumen de ese mineral superior a 40 millones de onzas, entonces estaríamos hablando de ganancias aproximadas a los 20 mil millones de dólares.
Esta exitosa negociación permitirá que el pueblo dominicano reciba en los próximos tres años, por lo menos 2 mil millones de dólares, que en toda la vigencia del anterior contrato ni siquiera teníamos garantías de recibirlos.
El presidente Danilo Medina, cual Luperón de la posmodernidad, le ha devuelto la esperanza al pueblo dominicano, rescatando el oro de la nación y poniéndolo al servicio del soberano, para que “el país resuelva sus principales problemas” como dijera en su momento el profesor Juan Bosch.
El acuerdo arribado con Barrick Gold fue el resultado de una jornada de negociaciones tan intensas que, en ocasiones se mostraban interminables. Sin embargo, pactar que el 51.3 por ciento de las ganancias dejadas por la mina de Pueblo Viejo ahora será para los dominicanos, es superar hasta las bondades que el antiguo contrato con Placer Dome estipulaba para el país.
Partiendo del porcentaje anteriormente señalado, los dominicanos recibiríamos 11 mil 600 millones de dólares durante la vida del proyecto, esto es, asumiendo que en nuestra mina de Pueblo Viejo en Cotuí solo hay 25.3 millones de onzas de oro, pues de confirmarse lo que algunos expertos indican sobre la existencia de un volumen de ese mineral superior a 40 millones de onzas, entonces estaríamos hablando de ganancias aproximadas a los 20 mil millones de dólares.
Esta exitosa negociación permitirá que el pueblo dominicano reciba en los próximos tres años, por lo menos 2 mil millones de dólares, que en toda la vigencia del anterior contrato ni siquiera teníamos garantías de recibirlos.
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