En íntima conexión
UNA BUENA COMUNICACIÓN ENTRE LA PAREJA AYUDA A MEJORAR LA RELACIÓN
(thinkstock)Por Rocío Gaia / EFE - REPORTAJES
¿ Qué prefiere, que el sexo sea una costumbre o se convierta en todo un acontecimiento? ¿Le gustaría que sus encuentros amorosos tuvieran un poco más de ‘sal y pimienta’, en vez de ser sosos como ahora? ¿Quiere dejar de lado la timidez sexual pero no sabe cómo ‘lanzarse más’ en ese terreno?
¡Buenas noticias!: al igual que sucede con la timidez en los contactos sociales que afecta a muchas personas en su vida diaria, la timidez amorosa también puede eliminarse o, al menos, reducirse, si se aplican una serie de sencillas medidas.
La timidez social impide a una persona hablar en público, tomar contacto con desconocidos, presentarse ante los demás, divertirse en una fiesta o defender sus puntos de vista en una reunión. Por su parte, la timidez sexual, le impide probar lo desconocido, compartir nuevas experiencias con la persona amada y dar rienda suelta a su espontaneidad y disfrute.
“En materia amorosa, la imaginación y el atrevimiento suelen preferirse antes que la rutina”, según explica el ‘coach’ (entrenador emocional) Chema Sanz, quien afirma que “la gratificación diferida es una de las mejores formas de juego previo que existen. El amor y el sexo son siempre más satisfactorios cuando hay obstáculos que superar”.
“Precisamente dejar algo para luego y sentir que la relación es algo que hay que ganarse, son dos de las actitudes que más encienden y alimentan la posterior osadía amorosa”, señala este experto en armonía sexual y facilitador de relaciones personales (www.facebook.com/chema.sanz).
De acuerdo con Sanz, tanto si se trata de cortejar a una nueva persona como si intentamos conectar con nuestra pareja estable cuyo cuerpo conocemos palmo a palmo, todo comienza por captar la mirada de ese desconocido o ser amado al que se conoce desde hace meses o incluso años.
“Hay que hacer contacto ocular directo. Cuanto más tiempo haga que se conoce a la persona que se mira, más tiempo se podrá mantener su mirada. Aunque obviamente, no se trata de iniciar un concurso de miradas fijas o ver quién aguanta más sin bajar los ojos, sino de mirar con discreción y naturalidad, intentando conectar de corazón con el otro”, señala Sanz.
Cuando ya se está conversando con la persona amada o que se desea conquistar, explica el experto, hay que girar el cuerpo hacia nuestro objeto de deseo, manteniendo el contacto ocular, sin mirar por encima de su hombro o hacia los alrededores, inclinándose hacia esa persona.
Según Sanz, “entonces llega el momento de tocar casualmente el brazo del otro en señal de acuerdo, y prestar atención a su respuesta corporal (de aceptación, rechazo o indiferencia) y, si es receptivo al contacto, acercarse un poco pero sin invadir su espacio personal: aquel que queda dentro del alcance de los brazos extendidos de la otra persona”.
Preguntas y respuestas
Para Sanz, la mejor forma de trasmitir interés romántico, y de encender el interés sexual, consiste en hacer preguntas a nuestra pareja o candidato a serlo, y escucharla, atendiendo de verdad a sus respuestas. El arte de la conversación es simplemente escuchar, algo tan básico como inusual.
“Además de entretener a la pareja hay que hablarle sobre nosotros, sobre nuestra vida, preferencias, ideas, despertando su interés por conocernos. La charla aguda y el sentido del humor pueden ser tan ‘sexys’, como el cuerpo más bonito. Todo se resume en estar atento al otro y a la charla y en seguir su curso natural”, señala el experto en relaciones de pareja.
Cuando las palabras parecen torpes o inadecuadas, un regalo puede hablar por nosotros. “Los seductores hacen saber al otro que les enloquece y los obsequios sensuales son un recordatorio de que esa persona sigue causando el mismo efecto y parecen decir: el tiempo lejos de ti lo he pasado pensado en cómo complacerte”, explica Sanz.
Los regalos, agrega, no hacen falta sean caros, ni tradicionales, pero han de satisfacer los deseos y gustos del otro. Si se busca un regalo relacionado con el sexo, ha de ser selecto y con una presentación exquisita. En todo caso, el regalo debe ser una ofrenda hacia el ser amado, y nunca con la expectativa de obtener un encuentro íntimo a cambio.
“Las miradas cómplices, una conversación atenta y un regalo bien elegido, pueden elevar la temperatura de los corazones, acercar intensamente a quienes se aman y preparar el terreno para conseguir que sus encuentros íntimos se conviertan en una experiencia inolvidable”, finaliza Sanz.
(thinkstock)Por Rocío Gaia / EFE - REPORTAJES
¿ Qué prefiere, que el sexo sea una costumbre o se convierta en todo un acontecimiento? ¿Le gustaría que sus encuentros amorosos tuvieran un poco más de ‘sal y pimienta’, en vez de ser sosos como ahora? ¿Quiere dejar de lado la timidez sexual pero no sabe cómo ‘lanzarse más’ en ese terreno?
¡Buenas noticias!: al igual que sucede con la timidez en los contactos sociales que afecta a muchas personas en su vida diaria, la timidez amorosa también puede eliminarse o, al menos, reducirse, si se aplican una serie de sencillas medidas.
La timidez social impide a una persona hablar en público, tomar contacto con desconocidos, presentarse ante los demás, divertirse en una fiesta o defender sus puntos de vista en una reunión. Por su parte, la timidez sexual, le impide probar lo desconocido, compartir nuevas experiencias con la persona amada y dar rienda suelta a su espontaneidad y disfrute.
“En materia amorosa, la imaginación y el atrevimiento suelen preferirse antes que la rutina”, según explica el ‘coach’ (entrenador emocional) Chema Sanz, quien afirma que “la gratificación diferida es una de las mejores formas de juego previo que existen. El amor y el sexo son siempre más satisfactorios cuando hay obstáculos que superar”.
“Precisamente dejar algo para luego y sentir que la relación es algo que hay que ganarse, son dos de las actitudes que más encienden y alimentan la posterior osadía amorosa”, señala este experto en armonía sexual y facilitador de relaciones personales (www.facebook.com/chema.sanz).
De acuerdo con Sanz, tanto si se trata de cortejar a una nueva persona como si intentamos conectar con nuestra pareja estable cuyo cuerpo conocemos palmo a palmo, todo comienza por captar la mirada de ese desconocido o ser amado al que se conoce desde hace meses o incluso años.
“Hay que hacer contacto ocular directo. Cuanto más tiempo haga que se conoce a la persona que se mira, más tiempo se podrá mantener su mirada. Aunque obviamente, no se trata de iniciar un concurso de miradas fijas o ver quién aguanta más sin bajar los ojos, sino de mirar con discreción y naturalidad, intentando conectar de corazón con el otro”, señala Sanz.
Cuando ya se está conversando con la persona amada o que se desea conquistar, explica el experto, hay que girar el cuerpo hacia nuestro objeto de deseo, manteniendo el contacto ocular, sin mirar por encima de su hombro o hacia los alrededores, inclinándose hacia esa persona.
Según Sanz, “entonces llega el momento de tocar casualmente el brazo del otro en señal de acuerdo, y prestar atención a su respuesta corporal (de aceptación, rechazo o indiferencia) y, si es receptivo al contacto, acercarse un poco pero sin invadir su espacio personal: aquel que queda dentro del alcance de los brazos extendidos de la otra persona”.
Preguntas y respuestas
Para Sanz, la mejor forma de trasmitir interés romántico, y de encender el interés sexual, consiste en hacer preguntas a nuestra pareja o candidato a serlo, y escucharla, atendiendo de verdad a sus respuestas. El arte de la conversación es simplemente escuchar, algo tan básico como inusual.
“Además de entretener a la pareja hay que hablarle sobre nosotros, sobre nuestra vida, preferencias, ideas, despertando su interés por conocernos. La charla aguda y el sentido del humor pueden ser tan ‘sexys’, como el cuerpo más bonito. Todo se resume en estar atento al otro y a la charla y en seguir su curso natural”, señala el experto en relaciones de pareja.
Cuando las palabras parecen torpes o inadecuadas, un regalo puede hablar por nosotros. “Los seductores hacen saber al otro que les enloquece y los obsequios sensuales son un recordatorio de que esa persona sigue causando el mismo efecto y parecen decir: el tiempo lejos de ti lo he pasado pensado en cómo complacerte”, explica Sanz.
Los regalos, agrega, no hacen falta sean caros, ni tradicionales, pero han de satisfacer los deseos y gustos del otro. Si se busca un regalo relacionado con el sexo, ha de ser selecto y con una presentación exquisita. En todo caso, el regalo debe ser una ofrenda hacia el ser amado, y nunca con la expectativa de obtener un encuentro íntimo a cambio.
“Las miradas cómplices, una conversación atenta y un regalo bien elegido, pueden elevar la temperatura de los corazones, acercar intensamente a quienes se aman y preparar el terreno para conseguir que sus encuentros íntimos se conviertan en una experiencia inolvidable”, finaliza Sanz.
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