¿Amar o depender?
Actualmente el término codependencia es muy sonado, es común escuchar hablar de relaciones codependientes, las cuales lejos de ayudarnos a crecer como seres humanos nos llevan a destruirnos.
Las relaciones codependientes son aquellas en las cuales la vida de la persona gira alrededor de algo, o alguien, son personas que viven la vida de los otros como si fueran ellos mismos. Como lo define Melody Beattie en su libro Ya no seas Codependiente “los codependientes son aquellos que permiten que su vida se vea afectada por la conducta de otra persona, y están obsesionados tratando de controlar esa conducta.
” Son relaciones que producen esclavitud, como refiere el autor Walter Riso en su libro Amar o Depender, la palabra codependencia proviene de con(necesario)y dependiente(esclavitud) es ser compañero en una dependencia”. Dentro de las características de las personas codependientes se menciona que son controladoras, manipuladoras, indirectas, se les dificulta comunicarse, tienen dificultad para expresar emociones, generan sentimientos de culpa a las demás personas, son individuos que reaccionan ante las situaciones pero no resuelven, no son espontáneos pues tienen que tener las cosas bajo su control, sus relaciones generan ansiedad, y provocan que su vida dependa de otros y no de ellos mismos.
Algunos autores hablan de que la codependencia es una enfermedad, otros refieren que los codependientes son “adictos afectivos, los cuales dependen de otros para vivir, buscan gratificación en los otros como los adictos a la droga. Son individuos que sienten un gran temor al abandono, necesitan aferrarse a otros inclusive aún cuando la compañía les cause dolor.
Por otro lado el compañero del codependiente, estimula y propicia las conductas adictivas porque a la vez él es dependiente y las necesita para afirmarse a él mismo. Este tipo de conductas las ejecutan las personas sin darse cuenta, pues han sido conductas adquiridas a lo largo de su vida. Pero llega el momento en que uno de los dos empieza a romper este patrón, inicia el alejamiento y produce la crisis, lo que los lleva a cuestionarse, buscar ayuda y descubrir los patrones adictivos.
Como seres humanos las relaciones con los otros son necesarias y son parte importante porque necesitamos compartir, amar, y ser amados, sin embargo estas relaciones deben ser sanas, independientes, en donde no se promueva el ser posesivo (“usted me pertenece, yo le pertenezco”), son relaciones en las cuales no hay temor, hay libertad, independencia.
Por el contrario las relaciones codependientes están basadas en el temor a ser abandonado, no se tolera la frustración, son relaciones desgastantes en donde el individuo pierde la individualidad porque cree que el ser pareja significa que somos uno mismo, depositan en el otro la idea de que me pueda hacer feliz.
Es importante entender que las relaciones sanas son cuando por el contrario uno renuncia a la expectativa de que el otro debe hacerme feliz o me va a ser feliz, son relaciones en donde la persona asume la responsabilidad de su propia vida y de sus acciones y acepta que en las relaciones se va a experimentar momentos felices pero a la vez sufrimientos, y que la felicidad no está en el otro, sino que depende de cada uno de nosotros.
Aportado por Tania Taveras .
Las relaciones codependientes son aquellas en las cuales la vida de la persona gira alrededor de algo, o alguien, son personas que viven la vida de los otros como si fueran ellos mismos. Como lo define Melody Beattie en su libro Ya no seas Codependiente “los codependientes son aquellos que permiten que su vida se vea afectada por la conducta de otra persona, y están obsesionados tratando de controlar esa conducta.
” Son relaciones que producen esclavitud, como refiere el autor Walter Riso en su libro Amar o Depender, la palabra codependencia proviene de con(necesario)y dependiente(esclavitud) es ser compañero en una dependencia”. Dentro de las características de las personas codependientes se menciona que son controladoras, manipuladoras, indirectas, se les dificulta comunicarse, tienen dificultad para expresar emociones, generan sentimientos de culpa a las demás personas, son individuos que reaccionan ante las situaciones pero no resuelven, no son espontáneos pues tienen que tener las cosas bajo su control, sus relaciones generan ansiedad, y provocan que su vida dependa de otros y no de ellos mismos.
Algunos autores hablan de que la codependencia es una enfermedad, otros refieren que los codependientes son “adictos afectivos, los cuales dependen de otros para vivir, buscan gratificación en los otros como los adictos a la droga. Son individuos que sienten un gran temor al abandono, necesitan aferrarse a otros inclusive aún cuando la compañía les cause dolor.
Por otro lado el compañero del codependiente, estimula y propicia las conductas adictivas porque a la vez él es dependiente y las necesita para afirmarse a él mismo. Este tipo de conductas las ejecutan las personas sin darse cuenta, pues han sido conductas adquiridas a lo largo de su vida. Pero llega el momento en que uno de los dos empieza a romper este patrón, inicia el alejamiento y produce la crisis, lo que los lleva a cuestionarse, buscar ayuda y descubrir los patrones adictivos.
Como seres humanos las relaciones con los otros son necesarias y son parte importante porque necesitamos compartir, amar, y ser amados, sin embargo estas relaciones deben ser sanas, independientes, en donde no se promueva el ser posesivo (“usted me pertenece, yo le pertenezco”), son relaciones en las cuales no hay temor, hay libertad, independencia.
Por el contrario las relaciones codependientes están basadas en el temor a ser abandonado, no se tolera la frustración, son relaciones desgastantes en donde el individuo pierde la individualidad porque cree que el ser pareja significa que somos uno mismo, depositan en el otro la idea de que me pueda hacer feliz.
Es importante entender que las relaciones sanas son cuando por el contrario uno renuncia a la expectativa de que el otro debe hacerme feliz o me va a ser feliz, son relaciones en donde la persona asume la responsabilidad de su propia vida y de sus acciones y acepta que en las relaciones se va a experimentar momentos felices pero a la vez sufrimientos, y que la felicidad no está en el otro, sino que depende de cada uno de nosotros.
Aportado por Tania Taveras .
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