Qué es el Asma

El asma es una enfermedad del aparato respiratorio.

El aparato respiratorio está formado por las fosas nasales, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios principales y los pulmones y es un conjunto de órganos cuya función es conducir el gas necesario para vivir (oxígeno) hasta la sangre y eliminar al exterior del cuerpo el gas nocivo (anhídrido carbónico) producido por cada célula del organismo.

En la inspiración, el aire entra por la nariz y llega a los pulmones atravesando las grandes vías aéreas que los comunican. Dentro de los pulmones, el aire circula por los bronquios, conductos en forma de tubos que se dividen sucesivamente y se hacen cada vez más estrechos, los bronquiolos y finalmente llega a los alvéolos pulmonares, fondos de saco a modo de globos diminutos donde se produce el intercambio de los gases respiratorios. En el pulmón, el oxígeno del aire pasa desde los alvéolos hasta los glóbulos rojos de la sangre para ser transportado a todas las células del cuerpo y el anhídrido carbónico disuelto en la sangre difunde en sentido contrario hacia los alvéolos para ser expulsado al exterior durante la espiración. Los pulmones están formados por un tejido muy elástico, lo cual permite que el aire entre y salga de su interior con los movimientos respiratorios producidos gracias a la acción del diafragma (músculo localizado entre el tórax y el abdomen) y del resto de la musculatura respiratoria torácica. El asma es una enfermedad de los bronquios o vías aéreas situadas dentro de los pulmones.



¿Qué es el Asma?
El asma es una enfermedad pulmonar obstructiva y difusa caracterizada por tos, dificultad para respirar y sibilancias (sonido del pecho como silbido).
Es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas situadas dentro de los pulmones. La característica que define al asma es la inflamación de los bronquios, lo cual conduce a que se hagan más gruesos y de luz más estrecha, produzcan más moco y sus fibras musculares se contraigan con más facilidad.

Los bronquios inflamados son excesivamente irritables y muy sensibles al contacto con distintas sustancias inhalantes y ante determinadas situaciones, estímulos que en conjunto se llaman agentes desencadenantes.

La consecuencia de la inflamación de los bronquios y de la disminución de su calibre es que el paso de la corriente o flujo del aire a su través es más difícil, y ello causa en última instancia los síntomas de la enfermedad. En el asma, el estrechamiento de los bronquios puede modificarse en un corto período de tiempo, por lo que los síntomas son característicamente muy variables, agravándose o aliviándose según sea más o menos intenso el obstáculo al paso del aire.

Se estima que en Puerto Rico el 15 por ciento de la población adulta y tanto como el 30 por ciento de los niños y adolescentes presentan síntomas asociadas al asma. Anualmente muerte unas 250 personas en Puerto Rico a causa del asma.

Síntomas del Asma:

• Tos: generalmente en accesos y de predominio nocturno y de madrugada, o bien en relación con las emociones (al reír o llorar) o el ejercicio físico.

• Sibilancias o pitos: ruidos en forma de pitos o silbidos al respirar.

• Opresión Torácica: muchas veces manifestada como sensación de peso o tirantez en el pecho.

• Disnea o fatiga: dificultad para respirar que el niño/a puede manifestar como respiración entrecortada o jadeo. En casos graves, la fatiga obliga a permanecer al niño/a sentado y puede afectar a su capacidad para hablar o incluso para alimentarse (en especial en los niños/as pequeños).
¿Cuáles son las señales de un ataque de Asma?

- Una sensación de constricción en el pecho.

- Respiración forzada.

- Tos sibilante.

- Toser cuando no se tiene gripa.

- Impaciencia al descansar o insomnio

- Falta de aire en los pulmones.

Diversos factores pueden desencadenar el asma; los más importantes son los siguientes:

1. Infecciones respiratorias tales como cuadros gripales.

2. Los denominados alergenos de los cuales los más comunes son el polvo, los ácaros del polvo (pequeños animales microscópicos que se encuentran en el polvo casero), la saliva y la caspa de los animales y los hongos de los ambientes húmedos.

3. El ejercicio intenso.

4. Los contaminantes del medio ambiente: humo de cigarrillo o de lámparas de queroseno o de chimeneas, olor de pinturas y de desinfectantes


¿Cómo reconocer y evitar a los desencadenantes del asma?

La buena noticia es que puede hacer muchas cosas para reducir al mínimo o disminuir los efectos del asma. A continuación se ofrecen indicaciones para iniciar un plan de acción contra el asma.

Puede ayudar a proteger a su hijo de los síntomas asmáticos identificando y evitando, o controlando, las cosas que desencadenan una crisis asmática. Pida a su médico que le ayude a identificar los factores desencadenantes en su hijo y le recomiende medidas que ayuden a reducir los síntomas del asma de su hijo. Sus esfuerzos deberán centrarse en eliminar las fuentes o circunstancias de los desencadenantes en su hijo y/o los propios desencadenantes.

¿Cómo evitar o reducir la exposición a desencadenantes comunes?
Caspa Animal

• No tenga animales domésticos en casa.

• Si debe tener un animal doméstico, no permita que entre nunca al dormitorio.

• Lave al animal doméstico todas las semanas.

• Evite visitar casas con animales domésticos o lleve siempre su fármaco de alivio cuando visite casas con animales domésticos.

• Evite los productos que contienen plumas, como almohadas y cojines.

• Cubra colchones, cojines y almohadas con fundas de plástico herméticas.

• Lave todas las sábanas y las mantas una vez a la semana en agua caliente (> 55º C).

• Mantenga en el interior de la casa una humedad relativa inferior al 50%.

• Quite todas las alfombras y moquetas, si es posible.


Los ácaros del polvo doméstico son microscópicos y no se ven a simple vista.

Pólenes y mohos ambientales

• Mantenga las ventanas cerradas en las estaciones con alta concentración de polen.

• Evite salir al exterior al mediodía y por la tarde cuando la concentración de polen y mohos es más alta.

• Evite las fuentes de mohos, como hojas húmedas y detritus de jardín.

• Utilice aire acondicionado, si es posible.

• Si sufre asma, no fume, evite el humo del tabaco.

• No permita fumar en su domicilio.

• Anime a los miembros de la familia a dejar el tabaco o a evitar fumar alrededor de usted o de su hijo.


Lo que los padres deben hacer y evitar:

Si su hijo, un familiar joven o un amigo de la familia padece asma, puede hacer muchas cosas para ayudarle a sentirse mejor y a permanecer activo aprendiendo un poco sobre la enfermedad y respetando esta lista de sugerencias que deben hacerse y evitarse:



Si cuida a un niño con asma:

• Permita que su hijo participe lo más posible en el trabajo escolar habitual, los deportes y otras actividades de ocio, y anímele a explorar nuevas áreas de interés.

• Informe a su hijo sobre su trastorno, como controlarlo con medicamentos y qué factores pueden desencadenar una crisis.

• Permita que su hijo tenga más responsabilidad en sus actividades diarias al crecer, incluido el tratamiento del asma.

• No le trate de forma diferente porque sufra asma.

• No le consienta conductas inaceptables.

• No se preocupe mientras el asma de su hijo/a esté controlado y él/ella sepa lo que debe hacer si se presentan problemas respiratorios.

No sienta pánico

• No sienta pánico si su hijo sufre una crisis. Su reacción puede ponerle aún más nervioso y empeorar la crisis.

• No dude en ponerse en contacto con el médico en caso de urgencia.

¿Qué tratamientos existen para el asma?

No hay medicinas que curen el asma. Sin embargo, hay ciertas medicinas que ayudan a prevenir y controlar los ataques. El uso correcto de estas medicinas le puede permitir una vida sana y normal.

Actualmente existen medicamentos que pueden impedir que aparezcan los síntomas. Acuda a su médico y siga sus consejos en la medicación. Eso le permitirá tener una mejor calidad de vida.

No permita que el asma interfiera con su vida. Puede llevar una vida normal, si trata su enfermedad adecuadamente.

Recuerda siempre que

Las personas con asma pueden llevar vidas activas normales, cuando aprenden a controlar su enfermedad. Pueden trabajar, jugar e ir a la escuela. Pueden dormir bien en las noches. Sólo es importante seguir estas recomendaciones:

• Mantenerse alejado de aquello que provoca sus ataques de asma.

• Tomar sus medicamentos para el asma en la forma en que el médico lo indica.

• Ir al médico dos o tres veces al año, para sus controles. Ir aún cuando se sienta bien y no tenga molestias para respirar.



Fuente .www.superchicos.com/asma.htm

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