“El problema soy yo”


"Hice todo lo que pude para mantener la relación. Complacía en todo, proveía económicamente, perdoné infidelidades, tenía sus cosas al día. Todo, todo lo que estaba en mi poder, pero con todo y eso se terminó la relación. El problema debo ser yo, no creo que sea capaz de mantener una relación. Soy un fracaso, fallé como persona". Si es difícil terminar una relación, más difícil aún es pensar que toda la responsabilidad de terminar la relación pertenece a una sola parte.

¿En qué fallé? ¿Qué hice mal? ¿Qué me faltó hacer? ¿Qué no di? ¿Qué tengo de malo? Típicas preguntas que nos hacemos cuando termina una relación. Nos rompemos la cabeza pensando y pensando los errores que cometimos, lo que faltó. Buscamos en nuestro repertorio de autocrítica todos nuestros defectos, esos despiadados látigos con los cuales nos flagelamos hasta desangrarnos. Pensamos lo peor de nosotros mismos, nos reprochamos sin piedad, aceptamos que no hay nada más bajo y fracasado que nosotros. Todas nuestras inseguridades salen a flor de piel y las confirmamos con la relación que terminó. Y lo peor de todo es que lo creemos y lo internalizamos tan profundamente que perdemos de vista un importante detalle; la relación se componía de dos personas.

¿Qué tal si la otra persona no supo apreciar tu valor como ser humano? ¿Qué parte de la responsabilidad es de la otra persona? ¿Pudiera ser posible que sus intereses cambiaran y no se trata de tus faltas sino de las nuevas necesidades de la otra persona? ¿En realidad hay algo malo contigo o estás repitiendo lo que has escuchado por tanto tiempo?

Es importante que hagas una reflexión de la terminación de esa relación que se frustró desde una perspectiva donde no haya juicio en tu contra. Una reexaminación justa de tus habilidades y capacidades y las áreas que brindan una oportunidad de crecer. Hacerlo de otra manera sólo contribuiría a que te destruyas y decidas que no vale la pena arriesgarte de nuevo.

Lamentablemente muchas relaciones van a causar dolor cuando terminen, sin embargo, eso no significa que hayas fallado como persona, significa que la relación no funcionó. ¡Sólo eso! Cuando esto suceda, toma tiempo, revalúa las áreas de oportunidad y vuelve a intentarlo.

Por Lissette Acevedo / Especial para ELNUEVODIA.COM

Comentarios

Entradas populares de este blog

Excelente Articulo sobre la Realidad de Santiago... La Basura en Santiago

Privilegios de un Diputado En REP DOMINICANA

Un poco al Descubierto de Andrea Estévez